Daily Reflection

La vocación parental

August 19, 2017 | Saturday

Father Steven Reilly, LC

  • Sábado de la Decimonovena Semana del Tiempo Ordinario
  • Matthew 19: 13-15

    Se trajeron niños a Jesús para que pusiera sus manos sobre ellos y orara. Los discípulos los reprendieron, pero Jesús dijo: "Que vengan los niños a mí, y no los prevengan, porque el reino de los cielos pertenece a tales semejantes". Después de poner sus manos sobre ellos, se fue.

    Oración Introductorial: Señor Dios, creo en tu presencia aquí conmigo al comenzar este momento de oración. Espero en ti Sé que siempre cuidarás de mí. Quiero que esta vez contigo sea una señal de mi amor por ti. Sólo busco complacerte, sin desearme consuelo espiritual.

    Petición: Señor, ayúdame a ser fiel en el cumplimiento de los compromisos de mi estado de vida.

    1. Llevar a los niños a Jesús: Ser padre es una vocación sublime. Ser confiado con la formación integral y la salvación eterna de otro ser humano es una tarea que es suficiente para hacer que uno se disuelva en temor y temblor. Ante todo, los padres tienen que mostrar los buenos instintos espirituales del pueblo en el Evangelio de hoy: Tienen que llevar a sus hijos a Jesús. Necesitan enseñarles a orar, a ir a misa y, sobre todo, a aprender que Jesús es verdaderamente su mejor amigo con el que pueden compartirlo todo. ¡Qué regalo regalar a los niños!

    2. "No los prevenga": Hay muchas maneras de obstaculizar el camino de un niño a Cristo. Nuestro mal ejemplo es uno de los principales. Los niños recogen la incoherencia entre nuestras advertencias y nuestro comportamiento real. Es particularmente desconcertante cuando un padre empieza a ver sus defectos reflejados en sus hijos. Eso puede servir como una llamada de advertencia que necesitamos para vivir la vida cristiana con más autenticidad. Nuestro ejemplo debe ser un catalizador hacia el bien.

    3. El Reino de los Cielos pertenece a tales como estos: Un buen padre católico tiene sólo una aspiración real línea de fondo para sus hijos: que llegan al cielo! Esto vale todas las oraciones, sacrificios y tardes. Precisamente porque el Reino es donde pertenecen, los padres deben tener una inmensa confianza en que el Señor les enviará las gracias que necesitan para perseverar y llevar a cabo su misión con eficacia. ¡Cristo es la animadora más grande de los padres! No quiere nada más que esa feliz reunión en el cielo, donde el padre escuchará esas bellas palabras de su hijo, "Gracias por ayudarme a llegar aquí".

    Conversación con Cristo: Señor Jesús, gracias por mis padres, y todo lo que hicieron para ayudarme a crecer en la fe. Lo siento por las veces que los juzgué duramente. Concédeles su abundante bendición.

    Resolución: Diré una oración especial por mis padres (especialmente si fallecido) y les daré una llamada para agradecerles.

    © 2024. EPRIEST, Inc. All rights reserved.

At ePriest, we are dedicated to supporting Catholic priests as they serve their people and build up the Church.

We invite you to explore our resources to help your own ministry flourish!

Sign Up Now