Daily Reflection

Acogiendo al Señor

September 27, 2022 | Tuesday

Dorothy Warner

  • Memoria de San Vicente de Paúl, Presbítero
  • Luke 9:51-56

    Cuando se cumplieron los días en que Jesús había de ser alzado, determinó resueltamente viajar a Jerusalén, y envió mensajeros delante de él. En el camino entraron en una aldea samaritana para preparar su recepción allí, pero no le dieron la bienvenida porque el destino de su viaje era Jerusalén. Cuando los discípulos Santiago y Juan vieron esto, preguntaron: “Señor, ¿quieres que hagamos descender fuego del cielo para consumirlos?” Jesús se volvió y los reprendió, y se fueron a otra aldea.

    Oración de apertura: Señor Jesús, ayúdame a ser consciente de que mi vida es un camino contigo a mi lado. Ayúdame a acoger a quienes me visiten, con la misma reverencia y amor que debo extenderte a ti. Por tu misericordia, un día seré bienvenido a mi hogar eterno contigo. Amén.

    Encuentro con Cristo:

    1. Hemos recibido un mensaje: Al igual que a los samaritanos, los profetas, los evangelistas, los apóstoles y la Iglesia nos han dicho que Jesús viene. Por la gracia de nuestro Bautismo, él reside en nuestros corazones. ¿Qué hacemos para honrar esa presencia? ¿Qué hacemos para deshonrarlo? Nótese la razón que da el Evangelio para el rechazo de Jesús por parte del samaritano: porque su destino era Jerusalén, que se convertiría en el escenario de su Pasión y muerte. ¿Es por eso que a veces rehusamos dar la bienvenida a Jesús, porque entonces tendríamos que seguirlo hasta la cruz?

    2. Siempre tenemos una opción: Cada día, cada momento, tenemos la oportunidad de recibir al Señor en nuestra vida con amor y devoción o alejarnos de él y caer en el pecado. Nuestras decisiones de momento a momento nos llevarán un día al descanso eterno en el Cielo oa los horrores del Infierno. La oración y la recepción frecuente de los sacramentos pueden ayudarnos a crecer en el amor que necesitamos para adorar al Señor diariamente y ayudarnos a resistir la tentación y alejarnos del pecado. Por nuestras elecciones, mostremos nuestra gratitud y amor por nuestro salvador y redentor, Jesús.

    3. La justicia está en las manos del Señor: reprendió a sus discípulos cuando pidieron que prendieran fuego al pueblo poco acogedor. Nos estaba mostrando que las deficiencias de los demás no tienen por qué preocuparnos. Jesús exigirá la recompensa perfecta en su propio tiempo. Cuando no somos acogidos por alguien porque somos cristianos, oramos por ellos, oramos por la capacidad de perdonarlos de corazón, y seguimos… “viaje a otro pueblo”.

    Conversando con Cristo: Jesús, ayúdame a ser consciente de que estás conmigo en el momento presente. Ayúdame a perdonar a los que me hieren ya dejar todo lo demás en tus manos todopoderosas, justas y misericordiosas.

    Resolución: Señor, hoy, por tu gracia, me enfocaré en ser tu mensajero, ya sea que los receptores estén o no abiertos al mensaje.

    Para mayor reflexión: “El arma más poderosa para vencer al diablo es la humildad. Porque, como no sabe en absoluto cómo emplearlo, tampoco sabe cómo defenderse de él” (St. Vincent DePaul).

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