Daily Reflection

Maestro, enséñanos a orar

March 12, 2019 | Tuesday

Father Jose LaBoy, LC

  • Martes de la primera semana de Cuaresma
  • Matthew 6:7-15

    Jesús dijo a sus discípulos: "Al orar, no balbuces como los paganos, que piensan que serán escuchados por sus muchas palabras. No seas como ellos. Tu padre sabe lo que necesitas antes de que le preguntes. Así es como debes orar: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, y perdónanos nuestros pecados, como nosotros. perdona a los que nos ofenden, y no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal. Si perdonas a los hombres sus transgresiones, tu Padre celestial te perdonará. Pero si no perdonas a los hombres, tampoco tu Padre perdonará tus transgresiones. "

    Oración introductoria: Señor, soy consciente de que sabes lo que es mejor para mí y por eso creo en ti. Estás más interesado en mi bienestar espiritual que yo, y por eso confío en ti. Siempre me das tu perdón amoroso a pesar de mis pecados, y es por eso que te amo.

    Petición: Señor, enséñame a orar.

    1. La oración es el fruto del silencio: a algunas personas les gusta hablar. Exigen ser escuchados, pero no tienen el mismo interés en escuchar. Sin embargo, normalmente no puedes escuchar si no estás acostumbrado al silencio. Santa Teresa de Calcuta escribió una vez que la oración es el fruto del silencio. Jesús quiere que entendamos que la oración se trata más de escuchar que de hablar. Cuando estás con alguien que sabe mucho sobre un tema que te interesa, te limitas a hacer preguntas y te dedicas a escuchar. Jesús es el revelador de Dios el Padre. Eso significa que nuestro principal interés en la oración debe ser preguntarle a Jesús, nuestro Señor, acerca de su Padre y luego dedicarnos a escuchar.

    2. Dios es nuestro Padre amoroso: Jesús nos dice que Dios Padre sabe lo que necesitamos antes de preguntarle. Aun así, deberíamos preguntar, porque al pedirnos nos damos cuenta de que tenemos necesidades que solo Dios nuestro Padre nos puede otorgar. Aprendemos a preguntarle a Dios qué es lo que más necesitamos para nuestra salvación. Es por eso que Jesús nos enseñó el "Padre Nuestro". Orar al "Padre Nuestro" nos recuerda que él es el padre de todos, y por lo tanto, cada persona humana es verdaderamente nuestro hermano. Al rezar el "Padre Nuestro", esencialmente pedimos tres cosas: que Dios tenga el primer lugar en nuestras vidas, que nos brinde nuestro sustento material y espiritual, y que nos conceda su perdón.

    3. Perdonar a ser perdonado: Jesús enfatiza la importancia del perdón. Como la Primera Carta de Juan nos recuerda, todos somos pecadores (cf. 1: 8). Una de las características esenciales de una vida cristiana es buscar la misericordia amorosa de Cristo. Podemos experimentarlo solo cuando lo ponemos en práctica nosotros mismos. Podemos admirar a una persona que se lanza en paracaídas desde un avión, pero no entendemos la experiencia hasta que nos lanzamos en paracaídas. Captamos el verdadero significado de la misericordia cuando perdonamos a otros. Nuestra misericordia no será igual a la de Cristo: Él nunca pecó y, por lo tanto, nos perdona aunque no lo merecemos. Si Cristo nos ha perdonado, ¿cómo podemos atrevernos a no perdonar a otros?

    Conversación con Cristo: Señor, te agradezco que me hayas enseñado a orar al Padre. No siempre rezo tanto como debería. Por favor ayúdame a orar más y mejor. Por favor, ayúdame a querer con todo mi corazón para darle a Dios el primer lugar en mi vida, prefiriendo su voluntad a la mía. Ayúdame a tratar a los demás como me gustaría que me trataran, perdonándolos cuando me ofenden.

    Resolución: Dedicaré un tiempo específico a la oración cada día.

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