Daily Reflection

Me sigues

June 8, 2019 | Saturday

Father Paul Campbell, LC

  • Sábado de la Séptima Semana de Pascua
  • John 21:20-25

    Pedro se volvió y vio al discípulo a quien Jesús amaba, el que también se había reclinado sobre su pecho durante la cena y había dicho: "Maestro, ¿quién te va a traicionar?" Cuando Pedro lo vio, le dijo a Jesús: "Señor, ¿qué pasa con él?" Jesús le dijo: "¿Qué pasa si quiero que se quede hasta que yo venga? ¿Cuál es tu preocupación? Tú me sigues". Entonces se corrió la voz entre los hermanos que ese discípulo no moriría. Pero Jesús no le había dicho que no moriría, solo "¿Qué pasa si quiero que se quede hasta que yo venga? ¿Qué preocupación tiene el tuyo?" Es este discípulo quien testifica estas cosas y las ha escrito, y sabemos que su testimonio es verdadero. También hay muchas otras cosas que hizo Jesús, pero si éstas se describieran individualmente, no creo que el mundo entero contenga los libros que se escribirían.

    Oración introductoria: Señor, creo en ti y en todo lo que has revelado para nuestra salvación. Espero en ti por tu misericordia desbordante. Cada uno de tus actos en esta tierra demostró tu amor por nosotros. Su ascenso al cielo ante los ojos de los apóstoles inspira mi esperanza de un día reunirme con ustedes allí. Te amo y deseo que seas el centro de mi vida.

    Petición: Señor, aumenta mi fe, esperanza y amor.

    1. El discípulo a quien Jesús amó: Pedro está caminando con Jesús por la orilla donde Jesús acaba de predecir su futuro martirio. Se vuelve para preguntar a Jesús sobre Juan, quien los estaba siguiendo. A lo largo de su Evangelio, Juan se designa a sí mismo como el discípulo a quien Jesús amó. Es como si el punto más sorprendente de la vida y experiencia de Juan con Cristo fuera que Jesús lo amaba. Se convirtió en su identidad. ¿Con qué frecuencia reflexiono sobre el amor de Cristo por mí? ¿Con qué frecuencia lo aprecio?

    2. ¿Qué pasa con él? Jesús responde a la pregunta de Pedro con una pregunta propia. ¿Qué te preocupa lo que le pasa a John? La relación de Cristo con sus discípulos es profundamente personal. Cada uno tiene una misión que cumplir en la vida. Podemos distraernos pensando y comparándonos con los demás, o si pueden o no estar siguiendo a Cristo. Sin embargo, estas comparaciones con otros (o sus dones o su misión) con frecuencia pueden ser un signo de nuestro orgullo. Tenemos nuestra misión que cumplir, y nadie puede ocupar nuestro lugar. Necesitamos concentrarnos en esa parte de nuestra misión que aún nos queda por delante, aún por cumplir.

    3. Sabemos que su testimonio es verdadero: Juan es un testigo de todo lo que ha ocurrido en su Evangelio. Su testimonio fue confiado a una comunidad de creyentes y ha llegado a nosotros bajo la garantía de la Iglesia. El Evangelio nos presenta lo que Jesús dijo e hizo. Debemos mantenernos fieles a nuestra fe en el Evangelio y no desviarnos de las interpretaciones modernas que ponen en duda todo. Cuando leemos las Escrituras, escuchamos la voz de Dios. ¿Los leo con tanta fe?

    Conversación con Cristo: Señor Jesús, gracias por el testimonio de tu vida que encuentro en el Evangelio. Aumentar mi fe. Ayúdame a leer las Escrituras ya meditarlas con mayor fervor. Sé que quieres hablarme a través de ellos. Ayúdame a seguirte hoy.

    Resolución: Hoy, ayudaré a otra persona a leer un pasaje del Evangelio en oración.

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