Daily Reflection

La fe es todopoderosa

July 8, 2019 | Monday

Father Edward McIlmail, LC

  • Lunes de la Decimocuarta Semana en Tiempo Ordinario.
  • Matthew 9:18-26

    Mientras Jesús hablaba, un funcionario se adelantó, se arrodilló ante él y le dijo: "Mi hija acaba de morir. Pero ven, pon tu mano sobre ella y ella vivirá". Jesús se levantó y lo siguió, y también sus discípulos. Una mujer que sufrió hemorragias durante doce años apareció detrás de él y tocó la borla en su manto. Se dijo a sí misma: "Si tan solo pudiera tocar su manto, me curaré". Jesús se dio la vuelta y la vio, y dijo: "¡Coraje, hija! Tu fe te ha salvado". Y desde esa hora la mujer se curó. Cuando Jesús llegó a la casa del funcionario y vio a los flautistas y la multitud que estaban haciendo un alboroto, dijo: "¡Vete! La niña no está muerta sino durmiendo". Y lo ridiculizaron. Cuando la multitud fue expulsada, él vino y la tomó de la mano, y la niña se levantó. Y la noticia de esto se extendió por toda esa tierra.

    Oración introductoria: Jesús, tú eres mi salvador y redentor; Creo que quieres saber de mi. Me acerco a usted con confianza y ofrezco esta oración por aquellos que temen acercarse a usted.

    Petición: Concédeme, Jesús, una fe más profunda en tu poder para sanar a mis seres queridos y a mí.

    1. En espera de nuestro movimiento: notamos que la fe del funcionario mueve a Jesús a la acción. ¡Notable! El Hijo de Dios acomoda a una simple criatura, debido a una muestra de fe. Muy a menudo vemos problemas a nuestro alrededor y esperamos que Dios los resuelva sin ningún esfuerzo por nuestra parte. Dios conoce nuestros problemas mejor que nosotros (ver Mateo 6: 8). Sin embargo, a veces no actúa hasta que ve un acto de fe de nuestra parte. El funcionario mostró tal fe. Después de todo, era extraordinario que él se acercara a Jesús frente a otras personas y le pidiera un milagro a escondidas. ¿Tengo tanta confianza cuando me acerco a Jesús en oración? ¿Es mi fe lo suficientemente fuerte como para pedirle algo extraordinario?

    2. Momento conmovedor: la mujer que sufría hemorragias también tenía gran fe en Jesús. En su caso, ella no lo expresó en palabras. En cambio, ella lo mostró en un hecho, tocando discretamente la capa de Jesús. Ese tipo de fe dice mucho. Ayuda si nuestras palabras están unidas con acciones. Las peticiones no siempre son suficientes. Tenemos que actuar, movernos, abandonar nuestra zona de confort, acercarnos a Jesús. La oración es buena; La oración y la acción le dan a Dios un terreno aún más fértil para trabajar. ¿Cómo puedo complementar mi vida de oración? ¿Puedo ayudar a mi pastor con un proyecto en particular, por ejemplo?

    3. El luto se ha roto: En el tiempo de Nuestro Señor, no era raro que aparecieran los dolientes profesionales cuando alguien moría. El comentario de Jesús de que la hija del funcionario simplemente estaba durmiendo le hizo ridiculizarlo. ¿Quién necesita dolientes si la joven está viva? Podemos ser como dolientes profesionales a veces, resignados al mal y a la muerte que nos rodea. Podríamos levantar nuestras manos y pensar que no podemos esperar nada mejor. Incluso podríamos ser tentados, como los dolientes, a ignorar la presencia tranquilizadora de Nuestro Señor. Podríamos pensar: "¿Qué? ¿Yo, ser un santo?" O: "¿Yo, llamado al sacerdocio o vida consagrada?" O: "¿Esperas que manejemos a otro niño en este momento?" Por suerte para nosotros, Cristo no se desanima. Él viene para traernos la vida, para sacarnos del pecado, para hacernos más generosos. En una palabra, él viene a llamarnos a la santidad. ¿Me resisto a tal llamada?

    Conversación con Cristo: El oficial y la mujer sufriente muestran una fe admirable. Quiero tener esa misma clase de fe, Señor. A veces me siento paralizado por mis problemas, tanto que me resulta difícil acercarme a ti con confianza. Aumentar mi fe y sentido de esperanza. Déjame vivir como si creyera que tú gobiernas el mundo.

    Resolución: Ofreceré un sacrificio (o una visita al Santísimo Sacramento o un acto de caridad) para una intención particular.

    © 2024. EPRIEST, Inc. All rights reserved.

At ePriest, we are dedicated to supporting Catholic priests as they serve their people and build up the Church.

We invite you to explore our resources to help your own ministry flourish!

Sign Up Now