Matthew 11: 16-19

Jesús dijo a la multitud: “¿A qué compararé esta generación? Es como los niños que se sientan en los mercados y se llaman unos a otros: "Tocamos la flauta para ti, pero no bailaste, cantamos un canto, pero no lloraste". Porque Juan no vino ni a comer ni a beber, y dijeron: 'Está poseído por un demonio'. El Hijo del Hombre vino comiendo y bebiendo y dijeron. 'Mira, es un glotón y un borracho, un amigo de los recaudadores de impuestos y los pecadores'. Pero la sabiduría es reivindicada por sus obras.

Oración introductoria: Señor Jesús, gracias por este nuevo día y todas las gracias con las que me bendecirás. Yo creo en ti y tu amor por mi. Deseo mostrar mi amor por ti al concentrarme en lo que es más importante durante este tiempo de oración: tú y tu más santa voluntad.

Petición: Señor Jesús, ayúdame a ver tus acciones y las acciones de otros con los ojos de la fe.

1. Ojos de fe: Dios viene a nosotros de muchas y diversas maneras cada día. A veces nos revela su bondad cuando nos permite tener éxito en la vida. Otras veces, él permite pruebas en nuestra vida para que podamos aferrarnos más a él. La respuesta adecuada a la acción constante de Dios en nuestras vidas solo será posible si podemos discernir que realmente es Dios quien está actuando, que es Dios quien está "tocando la flauta para nosotros" o "cantando un canto para nosotros". Necesitamos los ojos de la fe. Una actitud interior habitual de fe y confianza en Dios nos permite vivir con gran paz y propósito.

2. Estándares mundanos de juicio: Jesús se queja cuando las multitudes utilizan estándares mundanos para evaluarlo. Están atrapados en sus opiniones y muy fácilmente juzgan a él. Acusan a Jesús de estar poseído por un demonio, un borracho, etc. ¿Qué tan fácil es para mí juzgar a los demás aceptándolos o rechazándolos por meras cosas externas? ¿Cuáles son mis actitudes internas hacia los demás? Señor, ayúdame a separarme de todas las normas mundanas de juzgar y a abrazar a cada alma, amándolas como a ti y dejándote el juicio.

3. Pero la sabiduría es vindicada por sus obras: a pesar del rechazo y los duros juicios de muchos, Jesús siguió haciendo el bien. Esto es lo que quiso decir al decir que "la sabiduría es vindicada por sus obras". En la misma línea, también enseñó que se puede reconocer un árbol por sus frutos. Sabiendo lo fácil que es juzgar mal a otros, no puedo permitirme preocuparme por lo que otros puedan decir o pensar de mí. Más bien necesito estar ocupado como Jesús, yendo por el bien. Las buenas acciones hablan por sí mismas, incluso si los demás pueden tardar un tiempo en percibirlas o apreciarlas. Cuando seguimos con confianza a la flauta o al canto que nuestro Señor toca para nosotros, y lo hacemos por él y por el bien de difundir su mensaje, podemos descansar en la certeza de que Dios nos está bendiciendo y traerá su bien. Trabaja para fructificar a través de nosotros.

Conversación con Cristo: Gracias, Jesús, por esta oportunidad de pasar tiempo contigo en oración. Deja que sea mi motivación para el día y llévame a vivir un mayor espíritu de fe en ti y en la misión que me has confiado. Cuánto me ayudaría a considerar mis acciones, las acciones de los demás y sus acciones bajo la luz de su amor y buena voluntad. Creo que permites todo lo que sucede en mi vida por el bien de lograr un bien mayor, pero Señor, aumenta mi fe.

Resolución: Me esforzaré por interpretar las acciones de los demás de manera positiva, justificando cualquier defecto que pueda percibir.